La segmentación o targeting es tan antigua como el propio marketing. Las empresas tienden a difundir sus campañas de publicidad de forma masiva, pero no caen en la cuenta de que el producto en cuestión no interesa a todo el público por igual.
El targeting consiste en definir a qué público objetivo se dirige una campaña. Cuando segmentamos estamos filtrando y así conseguimos que solo los verdaderos clientes potenciales tengan acceso a los anuncios.
Cuanto mejor se filtra el público, mejor se rentabiliza el presupuesto de una campaña.
Las redes sociales nos facilitan la tarea de poder conocer en profundidad a nuestro target y saber cuál es su comportamiento digital.
En Facebook Ads además de las clásicas segmentaciones geográfica, demográfica por edad, género, estado civil y nivel educativo, también podemos profundizar en los intereses del potencial consumidor para poder afinar la segmentación.
Para ello, Facebook dispone de una serie de intereses clasificados por categorías y subcategorías:
- Comida y bebida.
- Compras y moda.
- Deportes y actividades al aire libre.
- Entretenimiento.
- Familia y relaciones.
- Fitness y bienestar.
- Negocios e industria.
- Pasatiempos y actividades.
- Tecnología.
Gracias a esta herramienta, si queremos promocionar un producto de cosmética capilar femenina, por ejemplo, además de segmentar por sexo y edad, podremos añadir intereses como “belleza”, “cabello”, “cuidado del cabello”, etc.
Este potencial en la segmentación bien utilizado, unido a unos anuncios con textos y diseños atractivos, nos garantiza el éxito de cualquier campaña publicitaria de Facebook Ads.